Durante 15 años, hemos buscado para ti los hoteles boutique más hermosos y alojamientos de diseño en todo el mundo. Aquí encontrarás hoteles con una decoración única y contemporánea que estás buscando y podrás reservar con todas las ventajas de nuestro socio Booking.com
Bienvenido a Myboutiquehotel.com
Los clientes más exigentes desean vivir experiencias sublimes. Los hoteles estándar pueden estar bien para ellos, sí, pero es posible que, a la hora de viajar, busquen más; algo único y especial con elementos clave que marquen la diferencia. Eso es lo que suele ocurrir con los hoteles boutique, estancias con un encanto extraordinario en las que se valora el diseño y la capacidad de ofrecer servicios hechos a medida.
Por eso, siempre tratamos de proporcionar hoteles de lujo a quienes quieran más que un mero lugar donde dormir. Seleccionamos establecimientos en el corazón de las ciudades más interesantes del mundo, como Madrid o Barcelona, centrándonos en los barrios del momento, ya sea el centro histórico o la zona más exclusiva y moderna de la localidad. Elegimos hoteles 5 estrellas con todas las comodidades. Y eso, sin duda, le ayudará a tener unas vacaciones inolvidables.
Quienes tienen en mente otra clase de viaje, quizá en un entorno más relajante, encontrarán el hotel de lujo perfecto, lejos del bullicio, con vistas al mar o a un magnífico lago. Las posibilidades son muchas y, por supuesto, el alojamiento hará lo posible para superar sus expectativas. Puede que estos sean hoteles pequeños, pero han sido equipados y acondicionados para facilitar servicios personalizados y zonas de descanso top, como una piscina climatizada en un entorno natural o un spa con tratamientos selectos.
Más que un pequeño hotel de lujo, aquí encontrará una manera de viajar que estimulará todos sus sentidos. Sin importar el destino, nos aseguramos de conectarle con alojamientos de carácter único en cuanto a diseño y decoración, como Relais & Châteaux, que mantiene el equilibrio ideal entre elegancia, arte y exclusividad. Los principales hoteles del mundo —aquellos con una ubicación privilegiada, importancia histórica y gastronomía de alto nivel— están en nuestro catálogo y le harán empaparse de las maravillas de su destino.
Riqueza arquitectónica. Personalidad y encanto. Bocados inolvidables. Atención al detalle. Ubicación privilegiada. Lujo y confort. Vistas de postal. Ambientes íntimos y exclusivos. Una explosión de creatividad, autenticidad y estilo... Estos elementos, en conjunto, definen a un «hotel de charme» o boutique.
Más que un tipo de alojamiento, son pequeños hoteles que ofrecen una nueva y mejor manera de viajar dentro o fuera de España. Se trata de hoteles románticos, cálidos y elegantes que han sabido cómo enlazarse con la historia, cultura y arte local para convertirse en una extensión de ese destino.
Los mejores perfumes vienen en frascos pequeños. Los hoteles de lujo tipo boutique también. Para poder centrarse en sus necesidades, ofrecer vistas imponentes casi desde cualquier rincón y recrear una sensación de intimidad única, prefieren gestionar pocas, pero amplias, habitaciones (entre diez y cien).
Al tener más metros cuadrados, podrá disfrutar de suites insonorizadas con terrazas, balcones franceses, piscinas o jardines privados, baños de spa, mobiliario personalizado, ventanas de piso a techo, antigüedades, camas extragrandes, tecnología puntera y amenidades de gama alta; lo cual incluye cosmética natural, suaves albornoces y ropa de cama.
Los hoteles de 5 estrellas de las grandes cadenas hoteleras suelen carecer de carácter y personalidad. Pero un hotel de diseño boutique pone mimo a cada detalle, por pequeño que parezca. Este tipo de alojamiento combina pasado, presente y futuro, conjugando decoración, materiales nobles, mobiliario de calidad, equipos modernos y componentes artísticos de época, temáticos o contemporáneos.
Además, cuentan con una ubicación envidiable y bien conectada, ya sea en el centro de la ciudad, en un barrio de lujo, en el distrito financiero, en una zona paradisíaca o en primera línea de playa. Esta tipología de establecimiento hotelero aprovecha la belleza arquitectónica y toma la forma de villas, mansiones, palacetes o edificios históricos emblemáticos y restaurados, con un pequeño universo de espacios interiores.
También enaltece y enriquece la gastronomía local, a menudo, con cócteles de autor, platos fusión, vinos e ingredientes con denominación de origen, y restaurantes galardonados. Por último, crea sus propias experiencias y excursiones, ideal para conocer los lugares más simbólicos, explorar el destino y capturar su esencia sin sacrificar la comodidad y exclusividad del hotel.
Ver nuevos Boutique hoteles
El mundo ha cambiado y los viajeros también. De ahí que encontrar un lugar para pasar la noche ya no sea suficiente. No importa el motivo del viaje, puede ser por negocios o mero placer. Lo cierto es que ahora, más que nunca, el alojamiento es tan relevante como el destino. Estamos ante una nueva manera de explorar —y disfrutar— otras culturas, donde los hoteles se han convertido en una pieza clave de la experiencia. Esta es tan solo una de las razones del éxito del hotel boutique, un concepto innovador y cada vez más en boga.
Una habitación elegante y bien equipada, una cama tamaño «King» y la posibilidad de realizar reservas en línea son apenas elementos básicos. Un alojamiento boutique va más allá, presentando una decoración inspirada en la cultura popular de la localidad, platos preparados con mimo, y una calidez que le hará sentir como en casa.
Un hotel romántico como este, ideal para una escapada o celebración en pareja, facilita una amplia gama de servicios para superar las expectativas de sus huéspedes. La elección de los restaurantes y de chefs galardonados es un claro ejemplo de ello. El menú, repleto de opciones gastronómicas únicas y cócteles de autor, cuenta una historia y captura elementos propios del lugar para servir, más que un plato, una experiencia estimulante.
La capacidad de anticiparse a las necesidades de los invitados es otro de los triunfos de estos hoteles de lujo, que ofrecen catas de vino, azoteas con vistas de postal, sesiones de yoga personalizadas y cosmética de gama alta incluida en la reserva. Todo esto, junto a la elegancia y buen gusto que caracteriza a un hotel de diseño, permite crear una atmósfera íntima y refinada, ideal para vivir momentos memorables.
Hay destinos que dejan con ganas de más, incluso a los viajeros empedernidos. Pero el mundo es grande y tiene lugares tan mágicos que se han ganado el puesto de los más populares y visitados. África, América, Asia, Europa, Oceanía... Cada continente esconde rincones especiales, dignos de ser redescubiertos. Y qué mejor manera de hacerlo que en un hotel boutique lleno de lujo, autenticidad y confort; la combinación ideal para que la estadía sea tan memorable como el viaje.
Por siglos, Marruecos ha sido un destino de ensueño para muchos turistas, y cómo no serlo si tiene enclaves capaces de parar el tiempo, aunque sea por un instante. A pesar de que cada rincón del país magrebí es apasionante, nada mejor que comenzar por una antigua ciudad imperial conocida por sus palacios majestuosos, jardines de ensueño y mezquitas de gran importancia histórica: Marrakech.
Aquí, todo es un estímulo para los sentidos, ya que los elementos se funden con sabores, olores, colores y texturas diferentes. La ciudad medieval amurallada se presta para cualquier estilo de viaje, desde admirar los minaretes —y la arquitectura propia del lugar— hasta probar el ritmo enérgico de los laberínticos zocos.
Para elegir un hotel boutique en este destino, la ubicación es clave, ya que hay mucho para ver y hacer. Solemos recomendar, al menos la primera vez, quedarse en un antiguo «riad» restaurado para una experiencia completa. Sin embargo, reservar una habitación con vistas a la plaza de Yamaa el Fna también es una apuesta segura.
Cruzar el Atlántico nos lleva a un país colorido y vibrante, con playas, monumentos históricos y una cultura milenaria. Hablamos de México, donde los hoteles boutique paradisíacos nunca faltan. Destinos mexicanos hay un montón y, lo mejor, para todos los gustos. Está, por ejemplo, Yucatán; una península que reúne ocio, placer y conocimiento en un territorio bañado por las aguas del golfo y ruinas mayas.
En esa misma península, está Holbox, una isla pequeña perfecta para descansar, pero también para los amantes del turismo de aventura. Aquí, los hoteles de lujo se transforman en cabañas acogedoras, íntimas y relajantes, con unas vistas al mar asombrosas y muchas actividades disponibles, en especial, al aire libre.
Al este de la península, está Cancún, ciudad caribeña conocida por sus playas color turquesa y su animada vida nocturna. Y viajando un poco hacia el sur, justo después de descubrir la Playa del Carmen, se erige Tulum, que recibe con los brazos abiertos a los interesados en la cultura y arquitectura maya.
¿Ya conoce península mexicana como la palma de su mano? No pasa nada, siempre se puede cruzar el golfo. En el otro extremo le espera Miami, una de las ciudades más multiculturales que existen, y una opción cargada de sabor cubano.
Tokio, capital del país del sol naciente, demuestra año tras año que combinar tradición y modernidad es posible. Esta ciudad japonesa está repleta de barrios únicos, templos escondidos, callejuelas pintorescas y avenidas del futuro. Y qué decir de la gastronomía, explosiva sin importar el plato, especialmente en los restaurantes con estrella Michelin de los hoteles boutique. Basta con reservar en un alojamiento cerca del transporte público y a pasos de los lugares emblemáticos más importantes.
Por supuesto, Asia no termina en Japón. Bangkok, en Tailandia, está muy cerca y tiene los componentes necesarios para seducir a cualquiera. Al ser capital, cuenta con una gama completa de servicios cinco estrellas, además de hoteles de lujo de distintos estilos, pero con varios elementos en común: arte y arquitectura popular, habitaciones confortables, ambientes selectos y atención a medida.
Viajar es todo un placer, en especial cuando el lugar merece la pena. Y aunque cruzar el océano para explorar otros continentes tiene cierto halo de magia, es posible encontrar ciudades igual de especiales y atractivas sin salir de España. Por años, la península ibérica se ha posicionado como un lugar mágico y cargado de personalidad, tanto como sus hoteles boutique.
Si sueña con degustar platos exóticos, perderse en la cultura local y enamorarse de las mejores vistas, no necesita ir al otro lado del mundo. España y sus pequeños hoteles de lujo están preparados para crear momentos únicos y personalizados. Basta con echar un vistazo a los destinos más visitados para darse cuenta de su potencial.
Para empezar a vivir España como un local, nada mejor que Andalucia, un oasis bañado por el sol con rincones emblemáticos por doquier. Imagínese paseando por Granada, la tierra del azahar, para cerrar el día contemplando los vestigios musulmanes desde su balcón privado. Encontrar una habitación decorada con mimo y con vistas a la Alhambra puede ser un sueño hecho realidad.
¿Prefiere elevar el ritmo en su próxima escapada? Hay una ciudad cosmopolita que da una de las bienvenidas más cálidas de todo el país. Nos referimos a Sevilla, conjunción entre tradición y modernidad, cuyo hechizo se extiende puertas adentro. Los viajeros tienen la opción de quedarse en obras arquitectónicas recién restauradas con guiños a la cultura sevillana, habitaciones señoriales y patios interiores llenos de magia.
Para quienes buscan elegancia y despertar con el sonido del mar, les presentamos Malaga, un paraíso con encanto rodeado del campo andaluz y de las aguas turquesa más bonitas del planeta.
Madrid, capital de España, es una de las ciudades más vivas, contemporáneas e interesantes de toda Europa. Pilar en arquitectura y con una historia milenaria, tiene varios ases bajo la manga para sorprender. Puede alejarse del bullicio en un hotel de encanto situado a un paso del Retiro, o vivir rodeado de arte —y de detalles de antaño— en alguno de los palacios cercanos a los museos más populares. Lugares emblemáticos no faltan, pero tampoco vida nocturna, y siempre podrá comprobarlo pidiendo su cóctel de autor favorito en las zonas comunes de un hotel de diseño.
Para una estancia de ensueño y una explosión gastronómica, tenemos a Barcelona, que cuenta con alojamientos perfectamente diseñados para cumplir cualquier capricho: fachadas singulares, edificios espectaculares, sabor mediterráneo con estrellas Michelin, enormes bóvedas catalanas y ambientes que se ajustan a todos los estilos. Siempre habrá una excusa para visitarla (y ganas para vivirla al máximo).
Lo mismo sucede con Valencia, que, como buena atracción turística, tiene más que paella para ofrecer. Será muy fácil dejarse llevar por el paisaje y los rayos del sol desde la piscina climatizada de la azotea.
España no podía terminar en la península, y es por eso que la madre naturaleza decidió crear enclaves como las islas Baleares. Mallorca, la reina del archipiélago, eleva la exclusividad con palacetes majestuosos de primera línea al mar. Después de conocer cada rincón —Palma, Port de Pollença, Alcúdia y Calvià— podrá volver a su habitación para dormir a pierna suelta y recargar energías.
Menorca —o Minorque, como le llaman en Francia — es un destino apropiado para el romance y el relax. A fin de cuentas, es pequeña y más íntima. De ahí que los alojamientos boutique tengan los mejores spas y tratamientos de lujo. ¿Y qué hay para quienes quieren ambientes más animados y fiestas de playa? Ibiza, un lugar seductor tanto en calas como en hoteles selectos.
Más que un destino, es un estilo de vida plagado de arte, historia, arquitectura y glamour. La Ciudad de la Luz, cuna de los mejores hoteles boutique del continente europeo, sabe cómo dejar boquiabierto a todo el mundo. Y cómo no hacerlo, si hasta los bistrós y el champán capturan el encanto de lugares de ensueño, como los Campos Elíseos. Degustar una «tarte tatin» con la Torre Eiffel de fondo o dar un paseo privado por el Louvre es el pan de cada día al reservar una suite en un «hôtel de charme» francés.
La ciudad francesa del amor no está sola en el continente. La capital de Italia, con sus claros vestigios del Imperio romano, enamora a cualquiera. Los palacios renacentistas y antiguas casas de la aristocracia, ahora renovadas para cumplir los caprichos de sus invitados, envuelven a los turistas con vistas privilegiadas a la Fontana di Trevi, al Foro Romano o al mismísimo Coliseo. Quedarse en un pequeño hotel de lujo de la Ciudad Eterna es igual a vivir una experiencia romana auténtica.
Todos los destinos tienen su encanto. Por eso no hacen falta razones para viajar a «la milla cuadrada». La ciudad más grande de Europa, famosa por su capa de neblina y el Big Ben, tiene algo escondido para todos los gustos. Desde hoteles selectos en Westminster, capaces de recrear las comodidades de la nobleza, hasta mansiones rodeadas de tiendas boutique en barrios refinados, como Mayfair o Chelsea. Incluso se presta para el amor... ¿Quién no querría disfrutar del encanto inglés en un hotel romántico de Notting Hill?
La Gran Manzana no necesita presentación, aunque imaginarla y recorrerla son dos cosas distintas. Para unas vacaciones desenfadadas, basta con quedarse en un Bed & Breakfast del Soho. Como complemento de una escapada artística, están los hoteles de diseño en Brooklyn. Y para los amantes del estilo de vida «chic» neoyorquino, nada mejor que una estancia personalizada en el Upper East Side. Hay más experiencias, lo sabemos, pero por algo se empieza para dar rienda suelta a ese espíritu viajero que llevamos dentro.
Eligieron nuestro servicio "Corporativo" para organizar sus seminarios y reservar varias salas para sus viajes de negocios.
